En la Bombonera, un grupo de juveniles que formaban el equipo de Boca Jrs. festejaron cuatro goles frente a L.D.U. el actual campeón de la Copa Libertadores.
Un desconocido Liga de Quito no fue ni la sombra de lo que fueron en la Libertadores, sus jugadores no atinaban a nada y el desorden dominaba las lineas del equipo albo.
La falta de jugadores como Enrique Vera en la media cancha fue muy evidente, al igual que la baja de Patricio Urrutia. Guerrón fue otro que se hizo extrañar.
Pero Boca no ganó solo por las ventajas que le dio su rival, sino por el gran partido que hicieron sus jugadores, tocando bien, haciendo paredes y jugando de memoria, debido a que ya se conocen de la reserva. Solo un equipo como este, un grande de América, como lo es Boca, puede darse el lujo de no darle importancia a un torneo, poner juveniles y encima golear al campeón del continente. Eso es lo que los hace diferentes, la mística que existe en este club, todos juegan por la camiseta y lo único que tienen en mente es ganar.
El miércoles que viene se juega la revancha en Quito y las posibilidades de Liga de acceder a la siguiente etapa son muy pocas.
Esperemos que ya para el mundial de clubes, Liga recupere su juego y vuelva a jugar el fútbol al que nos tiene acostumbrados, que represente bien al país y si se puede que regrese como campeón del mundo.
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