Otro clásico aburrido.

El puntero visitaba al penúltimo equipo de la tabla. Barcelona y Emelec jugaban el clásico en el Monumental. La expectativa había crecido después de la eliminatoria, las dos estrellas estaban en la cancha, Palacios y Elizaga. La Boca del Pozo llenó la tribuna este y la Sur Oscura recibió a su equipo como lo que es, ídolo. Pero el partido fue malo.

Barcelona probó una línea de tres que no funcionó. Bagüi por la izquierda sigue teniendo un rendimiento bajísimo, no pone un buen pase y sus centros están más cerca de las cabezas de los hinchas en la tribuna que de la cabeza de los delanteros. Perlaza es zurdo y jugó como central por derecha, nunca pudo con Joao Rojas. Los canarios fueron totalmente inofensivos, no tuvieron nunca una opción clara de gol.

Emelec tampoco jugó bien, pero fue mejor que su rival y con eso le bastó. Tienen un juego definido y un 4-4-2 al que ya están bien acostumbrados. El fútbol que juegan los eléctricos, es el fútbol que nadie quiere ver, por el que nadie paga una entrada, un fútbol defensivo, resultadista y feo. Después del gol de David Quiroz, defendían con nueve y el arquero, Rojas quedaba solo en punta. Es el juego característico de Perrone y le ha dado resultados en Olmedo, Deportivo Cuenca y ahora lo tiene puntero a Emelec y cerca de clasificar  a la Sudamericana.

Hace mucho tiempo que no se ve un clásico del astillero bueno, con buen fútbol y muchas emociones. Habrá que esperar a que Barcelona se encuentre en un buen momento y Emelec vuelva a ser el Ballet Azul para ver un verdadero espectáculo entre estos dos equipos.

Foto: El Telegrafo.