El fracaso fue tan grande como el estadio, 10 millones invertidos para quedar quinto entre seis, sin Copa Libertadores, sin campeonato, sin nada. Solo con un montón de problemas.
La gente se fue en contra del técnico, las botellas volaban por los aires del Monumental, buscando como destino final ese blanco color mostaza que estaba en la cancha. Hasta se llego a decir que un jugador lo agredió, pero Merlo ya desmintió esta situación. El arbitro fue otro agredido, aparte de los botellazos, un dirigente de Barcelona se acerco y le dio un par de palmadas en la nuca, el cual luego salió corriendo cobardemente, al ver que la policía quería detenerlo. Este fue un acto completamente irresponsable departe de este dirigente o empleado del club de apellido Eguez, es que no puede cometer este tipo de estupideces haciendo quedar mal a la institución, como si fuera un hincha más que le hecha toda la culpa al arbitro.
A la salida, los frustrados hinchas seguían buscando responsables de la catástrofe, incluso un periodista (Andrés Guschmer) que nada tenía que ver, salió perjudicado cuando la gente trataba de agredirlo, acusándolo de "pitufo" (hincha emelecista). Luego fueron a los camerinos, a intentar de tumbar la puerta, después a la concentración y la cancha alterna, pero por suerte y porque la cantidad de gente que fue al estadio era poca, la policía los pudo controlar. La pasión por el fútbol logra que la gente pierda la cabeza y actúe de esta forma.
En las gradas se
veían carteles que reprobaban el rendimiento de varios jugadores y de el entrenador. Mostaza culpó a
Maruri de ser el responsable de eso y de los botellazos que recibió, lo dijo en una nota para el diario argentino
Olé.
Merlo asegura que, debido a que Noboa fue quien lo trajo y que este tiene problemas con el presidente, Maruri lo mandó a agredir. Noboa y toda la comisión de fútbol renunció.
Una vez más, la onceava, Barcelona termina el año con problemas entre dirigentes, con el técnico, jugadores, hinchas y sin campeonato. Jugando mal y con el estadio vacío.
Si se hubiera entrado a copa, tal vez, esa clasificación hubiera tapado todos los problemas internos que tenían y se hubiera seguido igual, pero como no fue así todo salió al aire; a veces hay que tocar fondo para darse cuenta que se necesitan cambios.